Mi memoria para Realización

Mi labor en esta tercera y última práctica de Realización ha sido la de actor, actor principal concretamente.

A parte de cargar con el equipo en los exteriores y de dar alguna que otra sugerencia mi labor ha sido la de hacer el tonto y dar pena delante de una cámara. Pena como actor y pena como persona, pero esa ya es otra asunto...

He sido un mandado y como cual, he obedecido órdenes. Cada vez que hago una cosa de estas siempre afirmo una cosa: “es la última vez que actúo”. Pero se ve que no, que no soy hombre de palabra. Desde aquí pido perdón a todo aquel que me haya aguantado casi 30 minutos delante de una pantalla, sé que es un suplicio. Lo siento.

Una cosa muy bonita que he hecho es relucir mi fondo de armario intentado mostrar mis mejores galas y elegancia.

Otra cosa que he hecho muy a menudo es acordarme de los ascendentes y de las madres en particular de más de un@ de mis compañer@s. Creo que esta tarea es la que más y mejor he hecho, pero siempre desde el cariño ¿o no?

Bueno, como decía mi abuelo: “más se perdió en la guerra”. Ahora voy con las disculpas:

- A Marina por tener que capturar y montar. Las pesadillas que te habré provocado no se recompensan con nada.

- A Natxo del Agua y Rubén Ontiveros, creadores de la serie original. Perdón por esta mancha de carroña que hemos grabado

-A Paco Plaza, por hacerte leer este montón de mierda.

Me despido, como persona bien educada que soy, deseando Buenas Nuevas para todas las personas en el próximo 2009

Atentamente Jesús, personaje de ficción